Fernando Solabarrieta desclasifica cómo con Ivette Vergara enfrentan el síndrome del nido vacío

Sin duda alguna los últimos años no han sido fáciles para el matrimonio conformado por Ivette Vergara y Fernando Solabarrieta, pues su casa pasó de estar llena de gente y gritos a quedarse ellos dos solos.

Y es que uno a uno sus hijos comenzaron a emigrar para seguir con sus estudios en el extranjero. El primero que lo hizo fue Nicolás, luego vino el turno de Maite y finalmente Iñaki.

"Es una tristeza, una pena que estén lejos, pero bueno, es la forma que yo también entendí mi vida, yo me fui a mi casa a los 13 años", sinceró al respecto el periodista en conversación con Página 7.

Para luego sincerar, "tal vez yo fui muy prematuro en irme, pero creo que es el camino, los chicos tienen que volar y hacer sus propias experiencias, aunque le duela un poco a los papás".

Y desclasificar con pesar, "sufrí el síndrome del nido vacío desde agosto del año pasado, cuando se fue al más chico", aunque hizo el hincapié, "yo pensé que me iba a costar más".

Por suerte el tiempo pasa rápido y en un abrir y cerrar los ojos, volvió a tener la casa llena, "llegaron los chicos de vacaciones, así que estuvieron varios meses con nosotros, así que ahora viene el desafío de quedarnos solos", contó Fernando Solabarrieta.

Rematando con, "pero yo opino que se puede después de tanto tiempo, con tantas experiencias, yo creo que la base está para seguir siendo felices".