Julián Elfenbein conmueve en TV al revelar la dura relación que tuvo con su padre: "Era un pastel"

Este domingo Julián Elfenbein fue el invitado al programa de conversación que conduce Martín Cárcamo en Canal 13, "De tú a tú"; donde desclasificó la compleja relación que tuco con su padre y que claramente lo marcó de por vida.

La conversación se inició hablando sobre la infancia de Julián, quien es el menor de los tres hijos hombres de Viviana Kaufmann, una argentina de ascendencia alemana, y Salo Elfenbein, un chileno de ascendencia polaca que trabajaba como asesor de Pedro Vuskovic, ministro de Economía de Allende.

“Un poquito antes del golpe militar nos vamos a vivir a Buenos Aires, porque teníamos familia allá, y había ruido de sables. De ahí vuelvo y entro al Instituto Hebreo en Macul y hago toda mi vida ahí”, contó.

El primer momento complicado de su vida fue cuando sus padres, tras 25 años de matrimonio, decidieron separarse. Julián tenía 16 años. “Mi papá era un pastel, era desordenado”, dijo: “Se fue fuera de Chile mucho tiempo y lo pasó muy mal en el último tercio de su vida. De ser un economista brillante terminó sin ningún peso, ni para cortarse el pelo”.

El pasar tanto tiempo lejos hizo que su padre fuera una figura ausente en su vida. “Nos escribíamos y todo, pero se fue de la noche a la mañana. A mi viejo yo lo amo, ha sido clave en mi vida en varios temas, desde la música hasta mi gusto por el fútbol hasta la política, pero sí tuve una lejanía con él muy grande. No existió en mi vida”, dijo, revelando que se perdió los grandes acontecimientos de su vida.

“Me pasaron un montón de cosas. Cuando yo me casé con la Daniela mi papá no vino al matrimonio, mi hermano Claudio entró con mi mamá. Yo creo que tenía otra vida él, se liberó de Chile y se fue. No se olvidó de su familia, pero al menos yo tuve una relación de mucho tiempo de no verlo”, contó.

Recién se reencontraron de verdad cuando en 2008 junto a sus hermanos lo trajeron de vuelta a Chile. “Él no tenía qué comer. Vivió en casas y después yo le compré un departamento. Ahí conoció a la Daniela y al Benja que ya había nacido”, dijo.

Un par de años después, en febrero de 2010, le comunicaron que falleció de un infarto justo cuando sus demás hermanos estaban en Pucón y él con su familia en Algarrobo. “Fue a las 3 o 4 de la mañana. Yo estaba a una hora y media entonces fui. Y estaba el Servicio Médico Legal y la policía porque él estaba solo, y cuando estás solo y falleces llega la policía. Y fue un viaje terrible, tuve que entrar a ver si era mi papá”, relató.

Pese a ese último tiempo más cercanos, nunca le contó a su padre el dolor que le causó su ausencia. “Nunca me puse a juzgarlo y de hecho falleció sin que yo le dijera lo que te digo, que me hizo falta, me dolió mucho, fue muy difícil, que sentí su ausencia, que sentí una especie de abandono, pero lo vi como circunstancias de la vida. Yo no quería que todo esto le generara un dolor más (…) Nunca volví a abrir la herida de que me sentí abandonado, no quise abrirla hasta el día de hoy. Si me afectó o no, o si me va a afectar mañana, no tengo idea”, confesó.

La historia se coronó con un video de saludo de su mamá, donde le dijo que está muy feliz con cómo él es. “Siempre tiras para arriba, eres un papá 100% comprometido con tus hijos, vives para ellos, eres un gran amigo de tus amigos, eres comprometido con las causas y siempre estás disponible. Por eso te admiro mucho, estoy feliz, agradecida y orgullosa de ser tu mamá”, dijo la mujer.