Cristián Campos desclasifica la reacción que tuvo su hija menor por querella de abuso sexual
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Hace un mes la sexóloga Raffaella di Girolamo se querelló por medio de la Fundación para la confianza contra abuso sexual en contra del actor nacional Cristián Campos, quien hace más de tres décadas fue su padrastro, cuando estuvo casado con Claudia di Girolamo.
Actriz con la cual tuvo dos hijos - Antonio y Pedro - pero años después del fin de esa relación, el actor se emparejó con María José Prieto, con quien tiene una hija adolescente llamada Julieta, quien no ha quedado indiferente a la compleja situación que enfrenta su padre.
Así lo dio a conocer el propio actor nacional en conversación con el diario La Tercera, donde destacó el gran apoyo que ha tenido de su pareja y su hija menor en estos momentos, a diferencia de lo que ha pasado con sus hijos mayores.
"Así como lo de mis hijos ha sido lo peor (Antonio y Pedro Campos), lo de María José ha sido lo mejor", partió diciendo. Sumando, "Ella y mi hija han demostrado ser mujeres sólidas, maravillosas y un apoyo que, de no tenerlo, yo no estaría acá conversando con ustedes, no sería capaz de hablar".
Destacando sobre lo mismo, "Evidentemente, (mi esposa) ―que ha sido revictimizada por esta situación― ha ayudado con una lucidez, fuerza y templanza envidiables. He caído en cuenta, una vez más, que tengo una mujer maravillosa".
Sobre cómo su hija menor abordó el tema, desclasificó, "eso fue realmente hermoso y algo a lo que yo le tenía mucho miedo". Añadiendo, "los hijos, por lo menos mi hija, resultó ser mucho más madura y mucho más sólida de lo que yo podría haber pensado. Le explicamos con todo detalle el asunto".
Cristián Campos contó que conversó el tema con, "compañeras, con papás de compañeras y la reacción fue espléndida". Destacando, "Los 14 años de ahora son como, no sé, los 20 de mi época. Yo a los 14 años me habría desarmado. Y ella está ahí, al pie del cañón. Es una gran atleta".
Sincerando sobre Julieta, "Después que reventó esto, le dijimos 'si quieres no vas al colegio mañana'. 'Por ningún motivo', dijo. Y ahí estuvo, porque 'tengo entrenamiento'. Corre posta, es seca. Tiene muchas medallas. Es una maravilla, al igual que mi mujer".
Aunque fue claro en precisar sobre este proceso, "Pero decir duro es poco. Es doloroso, largo, caro, humillante", y la distancia que tiene hoy con sus hijos mayores. "Yo tengo la esperanza de que sea más bien un apoyo testimonial y el tiempo podría cambiar las cosas", remató.